A
veces, cuando tus ojos se duermen en los míos, a veces,
cuando solo sueño en que tu piel me susurre deseos, a veces...
acabo amándote.
****
En este instante en el que escucho la caricia de tu voz, sueño
con el roce de tus labios y te miro a los ojos... en ese instante
en el que muero.